El pasado día 22 de diciembre, en
vísperas de Navidad, una vecina de nuestra localidad fue avisada por la Policía
de que su ex marido, el maltratador que la tiene amenazada de muerte a ella y a
su hijo, sale de prisión, con tres días de permiso, a partir del próximo 11 de
enero.
Como es natural el miedo se apoderó
de ella. La casualidad hizo que dos mujeres de nuestra Asociación Marea Violeta
de Sanlúcar, se encontraran con ella. La tranquilizaron y acompañaron, con la
sana intención de que la justicia, la policía o alguien, se encargara de su
protección y la de su familia.
Esta experiencia tan cercana ha
servido para poner en conocimiento de nuestra Asociación, la ineficiencia y
escasez de medios que se ponen a disposición de la mujer que sufre maltrato o
amenazas.
Previamente ella había acudido al
Centro Municipal de la Mujer del Ayuntamiento de nuestra localidad, donde le
sellaron una tarjeta para que la policía supiera que había estado allí. Ese
mismo día la acompañamos a la Comisaría de Policía UPAP (Unidades de
Protección, Asistencia y Prevención de violencia de género). No pudimos
solucionar nada, porque el personal responsable de esta sección no estaba. Al
día siguiente nos volvimos a personar en esta sección, donde nos informaron que
no podían hacer nada, pues el permiso estaba concedido por el Juzgado de lo
Penal nº10 de El Puerto. Al solicitarle ayuda nos respondieron que tenían que
tener orden judicial o que acudiera al Centro Municipal de la Mujer de Chipiona
que allí tienen un concierto con la Cruz Roja y se encargan de poner pulseras
telemáticas.
Con la seguridad de que en el
Juzgado de Sanlúcar iba a ser socorrida, allí acudimos. Nuestra sorpresa fue
que ni Jueza, ni secretaria estaban en el mismo. En cambio se recibió una
asistencia fría y deshumanizada por parte del personal administrativo. Seguimos
el peregrinaje hasta el Juzgado 10 de lo Penal, donde fuimos bien atendidas,
pero tampoco podían hacer nada contra el permiso concedido, porque éste había
sido dado por unanimidad, con lo cual nos derivaron al juzgado de guardia, para
denunciar la desprotección en la que se encontraba. Como habían pasado unos
minutos de las dos, tuvimos que esperar hasta las cinco. Tampoco pudimos
hacerlo, porque paradójicamente el Juzgado de Guardia no contaba con Juez por
la tarde. Vuelta para casa totalmente decepcionadas.
El lunes volvimos con ella al
Juzgado de Cádiz capital, esta vez acompañadas de otra compañera de la
asociación que es letrada también, sin que tampoco se ofreciera una solución
definitiva, al deber esperar el informe que emita fiscalía sobre la
conveniencia o no de imponer el dispositivo GPS, no teniendo de esta forma
asegurada la protección necesaria a día de hoy.
Esta vecina ha sido y
será acompañada por mujeres de nuestra asociación, pero si hubiese tenido que
pedir ayuda y protección, sola, ¿hubiera llegado hasta el final?. Dudamos mucho
que ésta mujer, en el estado de ansiedad en el que se encuentra, las distancias
y los lugares donde están los juzgados en El Puerto, sin dinero, sin vehículo
propio, lo lograra. También el trato de indiferencia con que fue recibida
en las distintas instancias, dice mucho de la falta de preparación del
personal, sobre como afrontar los casos de violencia de género y a las
supervivientes de los mismos. Y luego la sociedad se sorprende del número de
víctimas mortales por violencia machista. Nos preguntamos en la calle, cómo es
posible que siga ocurriendo. Y los políticos se apresuran, en ocasiones, a
guardar un minuto de silencio a las puertas de las instituciones cuando se
conoce el asesinato de una mujer a manos de su maltratador.
Desde La Asociación
Marea Violeta de Sanlúcar buscamos atajar el problema de la violencia machista
y los asesinatos de mujeres.
Queremos que la
ciudadanía de Sanlúcar conozca la verdad. La violencia de género se está usando
en los programas electorales como una lacra con la que acabar, pero se quedan
en eso, en programas, sin recursos económicos ni organizativos para proteger a
las mujeres que denuncian. La realidad es que los recortes en igualdad está
resintiendo gravemente la atención a las personas afectadas, no se dispone de
personal preparado para estos casos, se dificulta acceder a medidas de protección,
como el uso de la pulsera GPS, que dispara un dispositivo al acercarse el
agresor a su víctima, que alerta a la policía. No se dispone de agentes
policiales que protejan a estas mujeres y a sus familias.
Si se trata de recursos
económicos, nos preguntamos, cuánto se gastaba el Estado en proteger a las
personas amenazadas por el terrorismo de ETA. ¿Es que las mujeres somos
ciudadanas de segunda?
Sí, vecinos y vecinas de Sanlúcar, las
matan porque no invierten en medidas de protección a las víctimas,
que la Ley Integral contra la violencia de género recoge. Porque no ponen los
recursos y la atención para que las maltratadas denuncien, para que puedan
declarar en el juicio sin intimidación, para que el personal de servicios
sociales y judiciales esté formado en ésta problemática social, etc. Sin
olvidarnos de los ridículos recursos de prevención y sensibilización, que se
limitan a las campañas del 8 de marzo y del 25 de noviembre. Pero la violencia
persiste durante todo el año, y va incrementándose entre la población más
joven.
Nos parece de vital importancia
disponer en nuestra localidad de un Juzgado con competencia en esta materia,
así como de personal que garantice el acompañamiento a la superviviente,
mientras así lo necesite, y medidas técnicas para conseguir el objetivo de
obtener protección y seguridad
NI UNA MENOS, NOS QUEREMOS VIVAS.
Marea Violeta es una asociación de
personas que reivindican la igualdad de género en todos los ámbitos.
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